Como bien dice el link este es "un blog denuncia".. Denuncia de los malos, de los embusteros, de los ladrones, de los que utilizan la red para lucrarse o como en el caso que comento para cumplir sus amenazas.
Esta historia me llegó como un
comentario a una de mis entradas, cuando la leí decidí pedirle más datos y finalmente
la publico como una entrada.
Es la historia de María, una
mujer como muchas otras que cada día sacan a sus familias adelante.
María es una mujer fuerte,
trabajadora, divorciada, emprendedora y empresaria que ha sacado adelante sola
a su hijo Esteban, que ahora ya es un adolescente.
María, es una mujer que siempre
se ha regido por sus principios, actuando en consonancia con sus metas y su
conciencia y con algo que la caracteriza, la valentía.
Con mucho esfuerzo ha llegado
donde esta. Montó hace años una pequeña empresa. En la que trabajan otras tres
mujeres, que al igual que ella luchan por salir adelante.
María en un momento dado tuvo que enfrentarse a un dilema, tomar una
decisión que dio un giro a su vida.
Un día una de sus colaboradoras Esther,
llegó al trabajo con muy mal aspecto. Al interesarse María por ella y aunque al
principio Esther se resistió, finalmente le confesó que tenía problemas con su pareja. Era algo
que venía de tiempo atrás, pero ahora cada vez las cosas se estaban poniendo
más feas.
José, que así se llamaba la
pareja de Esther, quería controlarla, que dejara el trabajo y se quedara en
casa. Esta misma táctica la había utilizado con otros trabajos anteriores. Era
una forma de mantener el control, si ella no tenía ingresos dependería de el. Su
táctica consistía en poco a poco presionar a Esther hasta que ella bajaba el
rendimiento en su trabajo y bien no la renovaban el contrato, o ella se
marchaba.
Ahora era distinto, Esther estaba
a gusto trabajando con María y ella contaba con ella para ayudarle a sacar su
negocio adelante. ¿Por qué debía renunciar a un trabajo que le gustaba? ¿Por
qué tenía que volver a someterse una vez más a los caprichos de José? Esas y
otras preguntas similares se las formulaba cada día Esther en su cabeza.
Cuando le contó su historia, María
se comprometió a ayudarla y le aconsejó que fuera una psicoterapeuta para
mejorar su autoestima y obtener fuerzas para enfrentarse a su problema. Ella se
haría cargo del coste. Esther tomo la decisión, siguió sus consejos. Comenzó con la
psicoterapeuta.
A partir de ese momento María
comenzó a recibir algunas llamadas raras en su negocio, con demasiada
frecuencia llamaban y colgaban el teléfono a diferentes horas, era como si
estuvieran controlando algo.
Un día la llamada fue más
directa, preguntaron por María y cuando
se puso al teléfono su interlocutor se presentó. Era José la pareja de Esther. Después
de informar a María de que estaba arruinando su vida por meterse donde no la
llamaban, aconsejando a Esther y ofreciéndole su ayuda, la amenazó con hundir su
negocio utilizando para ello Internet. Su sentencia fue que algo así no lo
olvidaría nunca y que a partir de ese momento su vida no sería igual.
María lo tomó como una bravuconada
y no le dio más importancia, lo comentó con Esther que por ese entonces ya se
había marchado a vivir con sus padres llevándose a su hijo y separándose de José.
Por fin había tenido fuerzas para tomar la decisión que llevaba tiempo planteándose.
La sorpresa para ellas vino
cuando al poco tiempo, no llegó a un mes de la llamada de José, María descubrió
una entrada en un blog de opinión donde alguien que no la conocía de nada opinaba
de ella y de su empresa. La opinión por supuesto no fue nada favorable, todo lo
contrario. Era de alguien que ni siquiera era un cliente de la empresa, alguien
a quien no conocían de nada y que sin embargo parecía que a ella si la conocía.
Cuando se intentaron poner en
contacto con el autor de blog no lo consiguieron. Este bloqueaba los comentarios que desde la empresa
de María le enviaban. A la vez comenzaron a surgir críticas en diferentes blog,
foros y medios de expresión en Internet, una avalancha negativa que crecía como
una bola de nieve, cada vez era más grande.
María pasaba las noches sin
dormir, preocupada, agobiada, averiguando que podía ser lo que estaba pasando,
nunca habría pensado que algo así, la pudiera suceder. En ese momento ni se la
pasaba por la cabeza que algo así tuviera que ver con las amenazas de José.
Decidió contratar a una empresa
especializada en posicionamiento Web, que a su vez pudiera averiguar que era lo
que estaba pasando. Después de un mes tenía la información. José había cumplido
su amenaza con la ayuda del autor del blog.
María desconocía que relación les
unía pero estaba claro que ambos se
habían tomado mucho empeño en hundir su negocio, detrás de lo que parecía “un cliente descontento” “alguien que hablaba de su experiencia”…. Lo que en
realidad había era un maltratador, un manipulador. Alguien que apoyado en el
blog de un amigo y sirviéndose de que este último era un “líder de opinión” una
vez más habían querido amordazar a las
mujeres.
Si, la osadía de María le salió
cara. Su valentía a la hora de enfrentarse a un hombre por ayudar a otra mujer le había supuesto el hundimiento
de su negocio, que con tanto sacrificio había levantado. ¿Quién le ayudaría
ahora a ella?
Todo había resultado muy fácil,
en tan solo un mes y trabajando a destajo José y sus amigos había extendido una
mecha en Internet que había prendido y hecho explotar por los aires el negocio de María y además a coste 0, gratis. .
Eso es lo que tiene Internet, es
una mecha que cuando arde puede explotar lo que sea.
Moraleja… no nos creamos todo lo
que encontremos, ni le demos demasiado credibilidad a nadie, quizás detrás de
una critica negativa, de lo que parece un cliente insatisfecho, nos encontremos
una historia como la de María.